Es para usted, no para su banco
Por: Gonzalo Fanjul | 25 de abril de 2013
La ONG Intermón Oxfam (IO) presentó ayer un breve documento en el que se detallan las posibilidades presupuestarias de la Tasa sobre las Transacciones Financieras (TTF), aprobada recientemente por 11 países de la UE. Este mecanismo -que prevé aplicar un tipo mínimo del 0,1% sobre la compraventa de acciones y bonos y un 0,01% sobre productos derivados- es el resultado de décadas de lucha social y académica que solo en medio de este polvorín financiero ha encontrado su camino hacia los parlamentos.
Todos los detalles de la propuesta de IO están disponibles aquí, pero les adelanto que, en el sueño más lujurioso de sus proponentes, la TTF llegaría a recaudar para España unos 5.000 millones de euros anuales (un 0,45% del PIB), que Intermón propone destinar a la lucha contra la pobreza en nuestro país (2.500M), la cooperación internacional (1.750M) y la mitigación del cambio climático (750M). El documento deja claro que se trata de recursos adicionales al presupuesto y que no deben ser utilizados para financiación de derechos garantizados por el Estado, como la sanidad o la educación.
La propuesta rezuma sensatez por los cuatro costados:
- En primer lugar, ofrece alternativas de ingreso a sectores cuyas esperanzas están casi completamente evaporadas. Como recuerda el informe, con un tercio de estos recursos sería posible garantizar una renta mínima para cerca de 450.000 hogares españoles que hoy carecen de ingreso alguno. Solo esta cantidad es casi el doble del plan contra la pobreza propuesto recientemente por el PSOE a bombo y platillo.
- Segundo, destinar estos fondos a la lucha contra la desigualdad, la pobreza y el cambio climático fortalece el carácter pedagógico de la tasa, una virtud básica de cualquier impuesto. Los que van a pagar no solo han disfrutado hasta ahora de una carga fiscal sensiblemente más baja que la de las rentas del trabajo o la de los consumidores, sino que además hicieron mucho por asegurar la debilidad normativa que está en el origen de la crisis financiera. No hay nada casual en que la TTF haya sido apodada la "Tasa Robin Hood".
- En tercer lugar, la decisión de constituirse desde el primer momento en un "impuesto dirigido" a la lucha contra la pobreza sentaría un precedente de enorme importancia para la evolución de la TTF. Lo que ahora es una cantidad modesta de recursos (con toda seguridad, muy por debajo de esos 5.000M de euros anuales) puede convertirse en el futuro en una fuente sólida de financiación para unas partidas demasiado vulnerables a los vaivenes políticos y económicos. Mucho más si España consigue con esto marcar el camino de los otros 10 países europeos que han introducido la tasa y de todos los que vendrán después (que vendrán, no les quepa duda).
Si no están seguros de estos argumentos, les sugiero que consideren el razonamiento inverso: a menos que garanticemos medidas similares a las que propone IO, es muy posible que los recursos de la TTF acaben siendo destinados al próximo rescate de los bancos, que tanto empeño han puesto en frenarla. Tendría guasa.
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