El complejo efecto de las remesas sobre la cultura del empleo (Caso Pereira Colombia)

Paradojas del desempleo

EDITORIAL

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En innumerables ocasiones se ha afirmado en estas páginas y con la opinión de diversos ciudadanos que la clave del futuro y el elemento esencial en la solución de los problemas de desempleo y subempleo residen en el sistema educativo.

En la medida en que el sector educativo funcione y se cualifique, quienes transitan por él verán ampliadas sus miras y mejoradas sus opciones.
En el caso contrario, la región continuará padeciendo altos índices de desempleo y subempleo y su gente verá cerradas las oportunidades al punto de que sólo tendrá posibilidades para oficios menores carentes de progreso y con remuneraciones igualmente deleznables.
Son muchas las quejas de empresarios e inversionistas acerca de la deficiencia en los conocimientos, la falta de destreza y la displicente actitud de los aspirantes cuando en la región se conocen ofertas de trabajo u oportunidades de empleo. En muchas ocasiones debe recurrirse a ciudadanos de otras regiones ante la escasez de personal idóneo y capacitado.
No deja de ser paradójico que en los últimos meses se hayan ofertado cientod de plazas para trabajos especializados en el Área Metropolitana de Pereira y que haya debido importarse a los trabajadores ante el poco interés que ha despertado entre los habitantes locales.
En lo anterior también incide la recepción de remesas, que así como tienen un gran significado en el sostenimiento de las familias de la región, generaron un fenómeno social, no suficientemente estudiado aún, que promovió la existencia de una gran masa de personas en edad productiva, pero que no tienen entre sus valores el trabajo, la preparación o una ocupación laboral permanente.
Cuando se cruzan elementos como la tasa de participación con las capacidades de quienes ofrecen sus servicios o la valoración y preparación que se tiene para el mundo del trabajo, surgen muchas inquietudes.
La sociedad que no genera riqueza por medio del trabajo honorable y en los oficios y profesiones adecuadas, va perdiendo valor y se va empobreciendo cultural, mental y económicamente.
Y el Estado se va volviendo incapaz de sostener sólo por medio de ayudas gratuitas y sin contraprestación de los subsidiados, la vida de las comunidades.

en http://www.latarde.com/opinion/editorial/38620-paradojas-del-desempleo.html Viernes 4 de Marzo del 2011