miércoles, agosto 03, 2005

JOVENES, CULTURAS Y CIUDADES


(Foto de Martina Garcia créditos en pie )
No hay nada aquí que no sea muy banal, pero que a la vez pone de manifiesto que la edad es un dato biológico socialmente manipulado y manipulable y que el hecho de hablar de los jóvenes como de una unidad social, como de un grupo constituido, dotado de intereses comunes, y de referir estos intereses a una edad definida biológicamente, ya constituye una manipulación evidente. Bourdieu (2000:189)
¿Qué es ser joven?
Al finalizar los 80's e iniciar los 90's, allí no más, en la historia reciente del país, ser joven, en algunas comunas de Medellín era ser "sicario" y por ende estabas condenado. Hoy en Bogotá, en Cazuca, cuando ha pasado más de una década, ser joven es ser delincuente, y por ende, así como te asesinaban hace 15 años por ser joven, hoy vuelven y te asesinan "por ser joven". De ese tamaño han sido y son las construcciones sociales; respecto a lo que es "ser joven" que nos ha tocado en los últimos lustros. Ya no es está la Colombia bucólica donde simplemente el concepto joven, por aquella caída sicoanalítica de los ídolos paternos, se asociaba a la rebeldía con sus diversos matices; hoy, seguimos viendo esa rebeldía, pues es intrínseca al ser humano, pero también asistimos a formas terribles tanto de manipulación como de respuesta de ciertos sectores a ella. Tal vez desde que en nuestro país la masacre de jóvenes en barriadas populares se hizo común, ser joven, no es lo mismo. Como sociedad, hemos tenido una tendencia a generalizar lo que es "ser joven", marcados por los momentos históricos por los que pasamos como conjunto social, pero, casi siempre hemos olvidado respetar las individualidades, hemos olvidado que buena parte de los jóvenes, creo yo que en todas las generaciones habidas y por haber, rompen esos paradigmas. De allí arrancan las dificultades por definir lo que es joven: ¿todos eran en los 60's y 70's rebeldes, revolucionarios, universitarios, politizados?, mi padre y mi madre al comenzar esos años, eran jóvenes y no tuvieron absoluta, pero absolutamente nada de ello, empero, eran "jóvenes"...Las sociedades y los Estados que las regentan han tenido diversos enfoques para auscultar las representaciones de lo juvenil, según Lozano se podría hablar de cuatro tendencias que la han marcado frecuentemente desde el mundo de los adultos y casi siempre desde la perspectiva institucional:Una tendencia concibe la juventud como una etapa desprovista de valor real por su carácter transitorio, y que no merece una inversión significativa de preocupación y de recursos. Otra tendencia es pensar que la población que atraviesa por esta etapa solamente tiene condiciones para absorber recursos, pero no para aportar ni cultural ni socialmente a los procesos de desarrollo de la sociedad. Una tercera forma es la de idealizar a los jóvenes, ya sea colocándolos enel plano de lo peligroso para ser dominados, convertidos o contenidos, obien situándolos en plano de lo puro y frágil. Esta percepción representa una forma de no querer ver la realidad de la juventud.Una cuarta tendencia, que está presente en todas las anteriores, es la de homogeneizar a la juventud como si en todas partes las personas de una determinada edad fueran iguales, tuvieran las mismas necesidades o se debiera esperar lo mismo de ellas (Lozano, 2003:13). La psicóloga mexicana María Iciar Lozano Urbieta afirma que en la búsqueda de definición de lo juvenil tradicionalmente no hay respuesta satisfactoria, ya que situar al objeto de la búsqueda no es sencillo, porque éste es uno desde el punto de vista de la biología, y es otro si hablamos de una cualidad social, psicológica o fenomenológica (2003:11). Para Pierre Bourdieu la "juventud" sólo es una palabra, ya que las relaciones entre la edad social y la edad biológica son tan complejas que siempre se es viejo o joven respecto a alguien. Puntualiza que: Las clasificaciones por edad (pero también por sexo o, por supuesto, por clase) vienen a ser siempre imposiciones de límites y producciones de un orden al que todos deben atenerse, en el que cada uno ha de mantenerse en su lugar (Bourdieu, 2000:143); Feixa considera que en la segunda mitad del siglo XX el que presencia la irrupción de la juventud, ya no como sujeto pasivo sino como actor protagonista en la escena pública (Feixa, 1999:41)
Desde 1990, o tal vez desde antes, los parámetros con que se concebía el desarrollo de las sociedades occidentales se transformaron, cambiaron los modos de acumulación, de globalización de la economía, asistimos a la revolución de las comunicaciones, a la caída de la alternativa socialista (real) y ellos trajo una transformación cultural que nos afectó y afecta a todos, pero especialmente a los jóvenes: hoy no hablan por teléfono, chatean...basta como rápido, pero parcial ejemplo con Feixa podemos decir que está surgiendo una cultura juvenil posmoderna que ya no es el resultado de la acción de jóvenes marginales, sino del impacto de los modernos medios de comunicación en un capitalismo cada vez más transnacional. Ello puede recluir a los jóvenes en un nuevo individualismo, pero también puede conectarles con jóvenes de todo el planeta, dándoles la sensación de pertenecer a una comunidad universal (Feixa, 1999:45), lo que convierte, entonces, a los mass media en mediadores de la familia, la escuela y el trabajo. Hoy asistimos a la construcción de otra generalización, la que plantea que son jóvenes consumidores, mediados por las ondas y las modas del mercado, individualizados, poco colectivizados, acríticos, conformistas, que su tema central son los deportes o los realities... y corremos el riesgo, nuevamente, de desconocer que existe una enorme masa anónima que, nuevamente, está por fuera de ese estándar. En ese camino, la reciente ENCUESTA NACIONAL DE JÓVENES les hizo una pregunta abierta con respuesta múltiple: ¿Para usted, qué es ser joven hoy en Colombia? La respuesta fue que para el 29% de ellos era Divertirse/Disfrutar la vida; Aprovechar todo/Vivir sin preocupaciones; al lado había otras: ¿Actualmente está buscando un empleo o trabajo aunque sea ocasional? el 46% de los entrevistados en Bogotá dijo: Sí; ¿Está usted recibiendo algún tipo de educación actualmente? 36% dijo: No, y a continuación otras que abruman: ¿En qué se destacan los jóvenes actualmente?. El 40% dijo que en Deporte; el 23 que en Violencia, el 14 en Delincuencia...y al preguntárseles respecto a la posibilidad de morir joven, el 45% manifestó esa certeza...y digo certeza porque desde hace años las estadísticas de medicina legal reconocen que la mayor parte de las victimas y victimarios de homicidios son jóvenes... Así las cosas, De entrada es necesario reconocer la multidimensionalidad del fenómeno, caracterizado por la externalidad de su heterogeneidad empírica.Alain Touraine nos ha alertado sobre cómo desde hace varios lustros venimos en una dicotomía de imágenes frente a los y las jóvenes: como instrumento de modernización, y, como elemento marginal y peligroso. ...¿en qué se parecen los jóvenes de El Poblado, con los de las comunas sur orientales de Medellín? ¿en qué se parecen los jóvenes de Agua Blanca con los jóvenes del sur caleño?, ¿en qué se parecen los jóvenes de Cazuca con los jóvenes del "norte-norte" Bogotano?... Es decir, dos tipos de jóvenes o de definición de jóvenes: los capaces, aparentemente, de generar cambios y reivindicaciones si fuese necesario, y los otros, marginales, segregados socialmente, sin empleo, de familias disgregadas y que, desafortunadamente, parecen, tendientes a delinquir, delinquir muchas veces como símbolo: "atraco para comprarme unos tenis de marca". Con una situación que se complejiza aún más al aceptar que más de la mitad de la población vive en la pobreza, y por ende más de la mitad de los jóvenes, o que buena parte de ellos viven en la indigencia. "Los jóvenes en su mayoría consideran que no hay sitios para ellos en una sociedad cuyo desarrollo es limitado, llena de desigualdades y exclusiones" (Touraine, 1999: 73) Las diferenciaciones se podrían extender no sólo a componentes socio económicos, sino a socio-biológicos, como por ejemplo la diferencia que existe entre los jóvenes que recién inician esa etapa, quienes la están viviendo y quienes ya deben salir de ella, muchos "abortivamente" pues son padres-tempranos; o en las diferencias socio-culturales, precisamente por acceso a escenarios culturales y si se quiere de formación (¿deformación?) que van generando patrones de comportamiento diversos. y en esas etapas son similares pero también poseen sus diferencias, pues no se cruzan exactamente lo mismo en el estrato -1 que en el 3, o en el +6. Necesitamos pues, establecer diferencias y cercanías. Cercanías porque las apatías respecto al accionar político, respecto a "la política" son similares. Diferencias porque las "oportunidades de vida" que se pueden construir no son las mismas. Cercanías porque prácticamente todos -¿por ser citadinos?- están cruzados por variables culturales similares, como por ejemplo, ciertos tipos de músicas... diferencias por las condiciones socio económicas en que algunos sobre viven, otros viven y otros (¿sin categoría?) y podríamos seguir...
La(s) cultura(s) juvenil(es)...
Desde ese punto de vista, también es complejo hablar de "la cultura" de los jóvenes...sería más fácil hablar de que existen unas líneas que cruzan "las culturas" juveniles. Pero, ello acepta la existencia de una serie, de un grupo, de una pluralidad, de culturas juveniles mediadas por contextos, por diásporas socio económicas que afectan estos escenarios culturales entre cruzados. Entrecruzados por ejemplo con sus experiencias de acercamiento al cuerpo, a la exploración sexual, pues la Encuesta Nacional develó que a los 14.4 años promedio los jóvenes de hoy tienen relaciones sexuales por primera vez; o al consumo, diferenciado, de psicoactivos, que por cierto, 68 de cada 100 consideraron un problema el abuso de alcohol y 62 el de drogas.Siguiendo con la encuesta podríamos agregar varios datos sobre las formas de socialización que nos ha correspondido en ésta Colombia siglo XXI. Nuestros jóvenes están dentro de hogares donde el 28% de sus padres están separados o divorciados, donde los amigos son en sus "vidas cotidianas" "muy importantes": 51%, o son personas importantes en la vida cotidiana, los amigos 79%; y una que arrasa a quienes aún tratan de atarse al pasado, al preguntársele a los mismos jóvenes si "Hoy a la familia la está reemplazando la calle?", el 55% estuvo "de acuerdo". Leer, o mejor, tratar de leer la cultura de los Jóvenes como lo anota Jaramillo (2005) pasa por la observación en las formas de habitar los territorios (territorialización), de los usos que hacen (estilos de consumo) y en la producción juvenil (expresiones culturales) que puede ser muy diversa, lo que necesariamente se expresará en unas formas de vida de los y las jóvenes en la ciudad, prácticamente una ciudadanía cultural. Esto, sin olvidar ciertas coyunturas que se dan en la cotidianidad, como lo son: la situación en que viven, la manera en que asumen su condición de jóvenes y su posición. Si bien no se pueden desconocer la existencia de 'ghettos' culturales, también es válido aceptar que más allá de las improntas que van marcando las dinámicas de los barrios, de los sectores, de las comunas y en nuestro caso bogotano de las localidades, las cuales se moldean por el profundo y extendido fenómeno que se abate sobre las metrópolis modernas que hemos en llamar "desterritorialización", es decir, que al contrario del pasado, los jóvenes establecen unos nuevos tipos de relaciones con los espacios y con los territorios. A partir de allí, se hace necesario reconocer el impacto que tiene sobre ellos y ellas los movimientos dentro de la maquina urbana, los medios de transporte (el impacto de transmilenio aún por profundizar), los "nodos de encuentro", las temporalidades etc. Más allá de esas no sólo presuntas sino existentes divisiones espaciales, existen conectores generales mediados por los avances tecnológicos, por la interconectividad, por los medios de comunicación y en especial por ese gran escenario de masificación moderna y postmoderna globalizadora y cosmopolita (pero, culturalmente, tendiente a la dependencia) que es la televisión en primer lugar y la radio en un segundo lejano lugar.No en vano en la encuesta que citamos la pregunta "Usted se informa de lo que pasa principalmente por..." fue respondida con 85%: Televisión, lejos muy lejos, la Radio con un 9 y en la de "¿qué tanto influyen los medios de comunicación en el comportamiento de los jóvenes en Colombia, hoy en día?" 83% la calificó entre 5 sobre 5 y 4 sobre 5. Simplemente, barren. Así se van generando ciertos patrones comunes de consumo cultural y las cuales se expresan en las renovadas formas de acceder a la fotografía, o a relaciones más avanzadas como el video, cuando no son aportes multimediáticos y las tradicionales composiciones musicales, las revistas, los afiches, etc. Así, tres tipos de instituciones se perfilan como productoras centrales de lo juvenil, según Lozano (2003:19) 1. Las instituciones de socialización, las cuales parecen ser instancias obligadas de paso. Dependiendo del carácter positivo o negativo de la experiencia, la permanencia o expulsión de la familia, escuela, barrio, comunidad, etc. y las relaciones de respeto, subordinación o conflicto que surjan en su contexto; 2. Los bienes simbólicos, culturales y de consumo, las empresas productoras de éstos y el imaginario construido en torno a ellos; 3. Las normas y aparatos jurídicos y políticos que definen el estatus de la juventud en un determinado momento y lugar. Volviendo a la transformación citada, Bajoit y Franssen (1995: 181-186) plantean que "desde hace 20 ó 30 años, una mutación cultural está en curso". Según Bajoit "estaríamos pasando de un modelo cultural basado en la razón social (es legítimo aquello que es útil a la colectividad, es decir, contribuye a su progreso y obedece a su razón) a otro fundado en la autorrealización autónoma (es legítimo aquello que el individuo juzga bueno para su desarrollo personal); en la medida que eso no impide a nadie hacer lo mismo" (Bajoit y Franssen, 1995: 181-186). Estos escenarios, desde los económicos, pasando por los sociales que arrancan en las parejas procreadoras, pasan por el barrio, cruzan la localidad y llegan a la ciudad neo territorializada; hasta aquellas que reconocen la existencia de mecanismos societales mediáticos masificadores, nos colocan dentro de la complejidad de las relaciones que establecen los jóvenes como individuos, como grupos, como tribus, como colectivos, etc, frente a las dinámicas culturales con las cuales no sólo se alimentan sino que retro alimentan y con la dinámica que maneja la metrópoli más grande de ésta Colombia que nos ha tocado.
El Joven: ciudad(a)no...
El reto hoy es, el mismo que abate a quienes fuimos dirigentes estudiantiles y/o dirigentes juveniles hace décadas: cómo hacer para que la fuerza de los jóvenes, esa fuerza que los hace actores protagónicos los lleve a dinamizar aportes para ellos mismos y aportes para la sociedad que construyen y reconstruyen. Partiendo de una compleja y penosa realidad: los adultos somos el sujeto. ellos, los jóvenes, son el objeto, ya no somos jóvenes. Lo fuimos, aunque poéticamente queramos quedarnos allí. Ese es tal vez el origen de las dificultades, la mayoría de los adultos, aún buena parte de los académicos, insiste en comprender a la juventud actual desde los parámetros con que se hacía en la década de los sesenta, setenta y ochentas. Nos preguntamos que porqué "no están", pero ¿cómo van a estarlo? Si son otros jóvenes, de hecho cada vez más ellos se construyen y reconstruyen al margen del Estado y muchas veces al margen no de "la" sino de "las sociedades adultas". Miremos los datos de la Encuesta: Qué temas les preocupan "mucho" a nuestros jóvenes La violencia 86%, La inseguridad 87% y lejos bien lejos de allí, les preocupa "mucho": La falta de participación política a un 34%; empero, se les preguntó sobre las elecciones y el 60% dijo definitiva o probablemente votaría, pero la explicación estaba al lado: cuando se les inquirió sobre por qué lo haría, el 31% dijo que para elegir presidente...a eso se reduce "la política" en su cosmovisión. Y seguimos: La política es importante?, 60% desacuerdo; La política es interesante 70% desacuerdo; Me interesa hablar y aprender de política, pero no tengo con quien hacerlo, 73% desacuerdo. La participación es mínima: Participa en actividades comunidad? el promedio en Bogotá fue de menos de 3 de cada 10 jóvenes...a qué asociaciones pertenece: 44% a deportivas, 26% a Ninguna, pero más inquietante: Quisiera pertenecer, a "Ninguna": 12%. Al comparar las encuestas de 1991 y de 2000,la tendencia es mundial: Prefiero que me inviten a participar en actividades, pero no ser el organizador, pasó del 71 al 61; Le gusta participar en actividades de su barrio, pasó del 67 al 54; Le gusta hablar a nombre de sus compañeros, pasó del 62 al 49. Los datos podrían hablar por si solos. Mario Villareal (1999), señala que existen dos tipos de ciudadanía:- La ciudadanía política, que se refiere a los derechos a participar en el poder político, ya sea como votante o mediante la práctica política activa, y- la ciudadanía social, que se refiere al derecho de gozar de cierto estándar mínimo de vida, de bienestar y seguridad económica.Pero ¿quién puede ejercer la ciudadanía política sin tener aseguradas las condiciones sociales básicas para hacerlo?. Jaramillo (2005) insiste en que la noción de ciudadanía se constituye, inicialmente, a partir de los derechos civiles que garantizan la libertad individual o de las personas; de los derechos políticos que dan la posibilidad de elegir y ser elegido; y, de los derechos económicos, sociales y culturales, como especto básico de la seguridad individual y el bienestar colectivo para una adecuada cohesión e integración social; pero, hoy en día se consolida como una ciudadanía mucho más amplia y flexible, con los derechos de solidaridad cuyo destinatario es el género humano mismo en su afirmación como valor supremo en términos de la existencia concreta..Por su parte, John Durston (1999) define cinco tipos de ciudadanía juvenil,de las cuales las tres primeras se dan con mayor frecuencia entre los jóvenes:1. Ciudadanía denegada, vivenciada por los sectores excluidos, negándoseles la posibilidad práctica de ejercer ciudadanía; en este caso, "la respuesta del joven cuya ciudadanía ha sido denegada por su pertenencia es más difícil: implica superar la autonegación generando por el mismo desprecio de la cultura dominante hacia esa identidad..." (Durston, 1999: 11).2. Ciudadanía de segunda clase, se refiere a aquellos sectores cuya ciudadanía no es negada explícitamente, pero que al ejercerla enfrentan una serie de barreras que se lo dificultan; en este sentido, cabe pensar en los jóvenes que se ven afectados por una discriminación de instituciones gerontocráticas.3. Ciudadanía despreciada, es aquella rechazada por los jóvenes, ya sea deprimera o de segunda clase. En el primer caso se trata de jóvenes que poseen las condiciones para ejercer su ciudadanía, pero por egoísmo, pasividad o idealismo no la ejercen. En el segundo caso, agrava la situación las carencias que vivencian, percibiendo al Estado y a las instituciones "para otros" y su "oferta de ciudadanía como falsa promesa" (Durston, 1999: 13).4. Ciudadanía latente, aquella en que los jóvenes no han encontrado ninguna motivación frente al ejercicio de la ciudadanía, pero poseen una disposición favorable a la participación. 5. Ciudadanía construida, es aquella en que el individuo, mediante el aprendizaje de códigos, conocimientos y el ensayo práctico, construye su ciudadanía.Para Reguillo (2003:10) la cuestión clave aquí es que los jóvenes configuran ya una categoría social por derecho propio, categoría que desafía los modos tradicionales e históricamente construidos a través de los cuales ha sido pensado el problema de la 'representación en el espacio público', 'la organización social', 'la participación' que acompañan la definición de lo ciudadano. Esto significa, estamos de acuerdo, en que la condición juvenil contemporánea no piensa la acción desde la lógica republicana y, en tal, sentido es anacrónico y producto de un optimismo desmedido creer en dichas formas de organización y participación o considerar que lo mejor es seguir definiendo a priori y desde arriba qué es lo que necesitan los y las jóvenes.La voluntad de participación ciudadana en el mundo juvenil tiene como basela confianza en las instituciones, cuestión que está lejos de darse, así como también la conciencia juvenil de influir y ser escuchados por las mismas. Al no presentarse estas condiciones mínimas, resulta imposible demandar a la población la participación necesaria para que vuelvan a ser considerados como el porvenir del mundo y no como amenaza y población al margen de la sociedad.
BIBLIOGRAFÍA BASICA
Bajoit, Guy y Franssen, Abraham 1995 Les Jeunes dans la Compétition Cul -turelle. Sociologie d'aujoud'hui (París: PUF).
BOURDIEU, Pierre. Cuestiones de sociología. Ediciones Istmo S. A. Madrid, 2000
Encuesta Nacional de Jóvenes, Julio de 2000, Colombia Joven, Presidencia de la República (margen de error +/- 3% con un 95% de confiabilidad)
Durston, John 1999 "Limitantes de ciudadanía entre la juventud latinoamericana",en Ultima Década (Viña del Mar: CIDPA), n° 10.
FEIXA, Carles. De jóvenes, bandas y tribus. Segunda edición. Editorial Ariel S.A. Barcelona, 1999.
LOZANO URBIETA, María Iciar. Nociones de Juventud. En Revista Ultima Década No. 18. CIDPA. Viña del Mar, abril de 2003.
JARAMILLO DIAZ, Ricardo, Construcción de Ciudadanía en la Juventud de Pereira; Informe de Avance. Convenio interadministrativo Alcaldía de Pereira-Universidad Tecnológica de Pereira 2005. Policopiado
REGUILLO, Rossana. Ciudadanías juveniles en América Latina. En Revista Ultima Década No. 19. CIDPA. Viña del Mar, noviembre de 2003
Sandoval, Mario. La relación entre los cambios culturales de fines de siglo y la participación social y política de los jóvenes. Centro de Estudios en Juventud, Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez, Chile. (Texto de la WWW obtenido por Jaramillo Ricardo) Touraine, Alain 1999 "Juventud y democracia en Chile", en Ultima Década(Viña del Mar: CIPDA), n° 8, marzo. Villareal, Mario 1999 "Construir ciudadanía: construcción democrática delpoder", en Ultima Década (Viña del Mar: CIPDA), n° 10.
(Agradecimiento expreso a Don Gerardo Calderón Osorio por su aporte)

No hay comentarios: