RAFAEL ORDUZ 26 ENE 2015 - 11:00 PM en http://m.elespectador.com/
¿Ser "doctor" paga? (I)
Los padres de familia invierten cuantiosos recursos en la educación de sus hijos.
Por: Rafael Orduz
Es la clave de su futuro, bajo el conocido lema de “no les dejo dinero, les doy educación”. Para muchos que en su momento carecieron de la oportunidad, el sueño hecho realidad es ver a los hijos graduados, ojalá de profesionales.
Colombia ha dado un salto formidable en lo que va del siglo en materia de cobertura de la educación superior. El número de matriculados en las instituciones de educación superior colombianas (IES) pasó de menos de un millón en el año 2000 a más de 2’100.000 en 2014, incluyendo programas técnicos profesionales, tecnológicos y profesionales universitarios.
Teniendo en cuenta la población total de jóvenes colombianos entre 17 y 21 años, en 2005 el 28% estaba matriculado en alguna IES. En 2013, dicha proporción había subido al 46%. Aunque en países como Corea del Sur la tasa es superior a 80%, el aumento de la cobertura en Colombia en pocos años es impresionante.
Al mercado laboral ingresaron en 2013 más de 300.000 jóvenes graduados entre profesionales, tecnólogos y técnicos (de los que cerca de la mitad corresponde a egresados con títulos universitarios de pregrado).
Algunos escándalos asociados a comportamientos de los dueños en algunas universidades ponen sobre el tapete interrogantes relacionados con la calidad de la educación superior y el futuro de los jóvenes. Una rectora privada de la libertad, con acusaciones de crónica roja, que otorgaba títulos honoris causa a presidentes; unos directivos de otra universidad con decenas de miles de estudiantes, que desvían los excedentes hacia negocios de alimentos, son punta de un iceberg que refleja la mala calidad estructural de la gestión educativa.
Si la tasa de crecimiento anual de la matrícula en los últimos diez años es superior al 7%, nos encontramos ante un sector de alto dinamismo. En muchos casos, frente a un negocio de primera.
Haciendo a un lado las IES públicas y privadas de buena calidad (que en parte coinciden con las 35 acreditadas de alta calidad y otras en proceso de acreditación), el modelo de negocios para IES mediocres, especialmente privadas, es altamente rentable por cuatro razones.
En primer lugar, porque los gastos operacionales y las inversiones son bajas: servicios de docencia de parte de profesores de cátedra que reciben honorarios ínfimos e infraestructura deplorable.
Segundo, porque los ingresos por matrículas son altos, dada la demanda proveniente de padres desinformados en busca del sueño de hijos profesionales.
Tercero, por los “huecos” legales que permiten el desvío de excedentes a destinos ajenos a la IES (fuente de recursos para otros negocios, viajes, vehículos, contratos).
Finalmente, cuarto, por el débil papel del Estado en controlar las aberraciones anteriores.
En el ámbito de algunas universidades públicas habría que señalar la politización y el clientelismo como elementos que atentan contra la calidad.
Rafael Orduz | Elespectador.com
