viernes, julio 19, 2013

incrementar tu creatividad

10 consejos para incrementar tu creatividad

Comienza la temporada con una limpieza primaveral a tu materia gris, con este decálogo de las nuevas reglas de la creatividad.

 
Creatividad
Cortesía
La creatividad es una palabra que está presente no sólo en el ámbito laboral, sino que también la hallamos en la escuela, la familia y hasta en una relación (¿Cuántas veces nuestra novia nos pide que seamos creativos con su regalo de aniversario?). Pero, ¿de qué manera se puede inspirar a la gente a tener más ideas novedosas? Si tuviéramos que diseñar un lugar de trabajo ideal para maximizar la innovación, ¿cómo se vería?
 
En GQ estamos conscientes de la importancia de la creatividad y por esta razón, te presentamos 10 consejos, científicamente comprobados, para potenciarla.
 
1. No hagas lluvia de ideas
La lluvia de ideas o brainstorming, es la técnica más popular para incentivar la creatividad. Sin embargo, éste resulta un método pésimo. Según Keith Sawyer, psicólogo de la Universidad de Washington, “cuando se hace lluvia de ideas en grupo se producen menos que cuando esas mismas personas trabajan de manera individual y después comparten sus ideas". De igual manera, un estudio realizado por Charlan Nemeth, psicóloga de la Universidad de California en Berkeley, demostró que “un debate” es 25 por ciento más creativo que el brainstorming.
Creatividad
Foto: Getty Images
2. Pinta las paredes de azul
Hace algunos años, en la Universidad de Columbia Británica, un equipo de psicólogos se puso a analizar la influencia que tienen distintos colores sobre los procesos del pensamiento. Para ello sometieron a dos grupos de personas a trabajar en cuartos de distintos colores: rojo y azul. El primero detonó en las personas su capacidad para resolver pruebas de precisión, mientras que el segundo hizo que los individuos tuvieran un mejor desempeño en actividades en las que ponían en uso su imaginación y creatividad. Así que ya sabes, la próxima vez que necesites generar ideas nuevas, busca un espacio tipo loft, con techos altos y grandes ventanales, o bien, pinta tus paredes de azul.
 
3. Ve más programas de comedia
Un estudio realizado por Mark Beeman, de la Universidad de Northwestern University de Illinois, y Jack Kounios, de la Universidad Drexel en Filadelfia, sugiere que la gente que es más feliz es más creativa. Incluso, hasta los sentimientos de felicidad pasajera pueden generar incrementos dramáticos en la capacidad creativa. Nuestra recomendación es que antes de acostarte o previo a comenzar tu jornada laboral, veas ese video humorístico que tanto te gusta.
 
4. Sé feliz
El punto anterior nos llevó directamente a éste. Tener un estado de ánimo positivo, permite que el cerebro adopte un estado de apertura y disposición al juego.
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5. Prepárate para improvisar
Aquí de lo que se trata es de aprender a improvisar en conjunto, una técnica que obliga a los comediantes a construir sobre la broma inmediatamente anterior, de esta manera, las bromas se van acumulando una tras otra y el sketch resulta ser un producto de la creatividad global. Deja de lado las inhibiciones y comienza a trabajar en ello.
 
6. Piensa como niño
Ya lo decía Picasso: “Todo niño es un artista. El problema es cómo seguir siendo artistas cuando crecemos”. Sin embargo, un estudio conducido por los psicólogos Darya Zabelina y Michael Robinson, en la Universidad Estatal de Dakota del Norte, sugiere que es posible recuperar la creatividad que vamos perdiendo al madurar. Sólo imagina que tienes de nuevo 7 años y que te acaban de avisar que no tendrás clases. ¿Qué haces? ¿A dónde quieres ir? Verás que luego de escribir todo lo que harías y qué jugarías, generarás el doble de ideas creativas.
 
7. Debate
Cada mañana, los animadores de Pixar debaten despiadadamente el trabajo del día anterior. ¿Y si les copiamos?
10 consejos para incrementar tu creatividad
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8. Trabaja con extraños
Muchos de los problemas a los que nos enfrentamos necesitan colaboración para ser resueltos, pues superan los alcances de la imaginación individual. Al respecto, Brian Uzzi, sociólogo en la Northwestern University de Illinois, pasó varios años estudiando la forma de trabajo en los musicales de Broadway para llegar a la conclusión de que “los mejores equipos eran aquellos en los que las relaciones estaban mezcladas. En los que había individuos que compartían una amistad de años, pero en los que también había recién llegados”. Dice Uzzi que “la gente tiene una tendencia a querer hacer las cosas solo con sus amigos, pues se sienten más cómodos, pero es exactamente lo que no se debe hacer”.
 
9. Toma más descansos
La creatividad no sólo se trata de tener nuevas ideas, sino también de evaluarlas e ir poniendo orden en el caso para decidir qué realmente vale la pena. Simone Ritter, candidata a doctorado por la Universidad de Radboud en Países Bajos, realizó un estudio en el que los participantes más eficaces para identificar mejores ideas fueron aquellos que habían gozado de una breve distracción previa a la prueba.
 
10. Acepta tus limitaciones
El escritor GK Chesterton alguna vez dijo: “El arte consiste en la limitación. La parte más hermosa de todo cuadro es el marco”. Se refería a la importancia de tener límites en el proceso creativo. Un estudio reciente, liderado por Janina Marguc, de la Universidad de Ámsterdam, aporta una sorprendente respuesta: la frustración de apegarse a una forma ayuda a que la gente piense de una manera más holística y creativa. También es recomendable involucrarnos en tareas no relacionadas con lo que nos ocupa, como resolver un crucigrama o escribir un haikú.
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domingo, julio 14, 2013

ladrones de tu energìa

Los 10 ladrones de tu energìa

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203441- Deja ir a personas que sólo llegan para compartir quejas, problemas, historias desastrosas, miedo y juicio de los demás. Si alguien busca un cubo para echar su basura, procura que no sea en tu mente.
2- Paga tus cuentas a tiempo. Al mismo tiempo cobra a quién te debe o elige dejarlo ir, si ya es imposible cobrarle.

3- Cumple tus promesas. Si no has cumplido, pregúntate por qué tienes resistencia. Siempre tienes derecho a cambiar de opinión, a disculparte, a compensar, a re-negociar y a ofrecer otra alternativa hacia una promesa no cumplida; aunque no como costumbre. La forma más fácil de evitar el no cumplir con algo que no quieres hacer, es decir NO desde el principio.

4- Elimina en lo posible y delega aquellas tareas que no prefieres hacer y dedica tu tiempo a hacer las que sí disfrutas.

5- Date permiso para descansar si estás en un momento que lo necesitas y date permiso para actuar si estás en un momento de oportunidad.

6- Tira, recoge y organiza, nada te toma más energía que un espacio desordenado y lleno de cosas del pasado que ya no necesitas.

7- Da prioridad a tu salud, sin la maquinaria de tu cuerpo trabajando al máximo, no puedes hacer mucho. Tómate algunos descansos.

8- Enfrenta las situaciones tóxicas que estás tolerando, desde rescatar a un amigo o a un familiar, hasta tolerar acciones negativas de una pareja o un grupo; toma la acción necesaria.

9- Acepta. No es resignación, pero nada te hace perder más energía que el resistir y pelear contra una situación que no puedes cambiar.

10-Perdona, deja ir una situación que te esté causando dolor, siempre puedes elegir dejar el dolor del recuerdo.

DALAI LAMA - LOS DIEZ LADRONES DE TU ENERGÍA 

Dormir, lo que refresca la mente, el cuerpo y consolida la memoria.

La dieta mental para tener un cerebro sano

Por:  14 de julio de 2013
Brain
El cerebro funciona con energía bioquímica y si sabemos cómo funciona, podremos sacarle más partido. Pero al igual que cualquier otro músculo de nuestro cuerpo, necesitamos entrenarlo y esto solo se logra con una “dieta mental”, compuesta por distintas actividades, que no siempre incluimos en nuestro día a día. David Rock, fundador del Neuroleadership Institute, junto con Daniel J. Siegel, describen lo qué tenemos que hacer para lograrlo y para ello, se basan en el ingrediente esencial de nuestra mente: las ondas cerebrales. Veámoslas antes de pasar a nuestra dieta.
Las ondas cerebrales son el resultado de los movimientos vibratorios de nuestro cerebro que se generan con las distintas actividades que realizamos. Uno de los primeros investigadores en analizarlas fue Hans Berger, allá por la década de 1920, gracias al famoso aparato que inventó, el encefalograma, y que dio pie a la actual clasificación que conocemos basadas en el alfabeto griego:
  • Ondas beta o los estados de alerta: Es la frecuencia en la que nos encontramos habitualmente. Oscilan entre 13 y 28 hz (vibraciones por segundo) y se registran cuando estamos en plena actividad mental, es decir, cuando trabajamos, conducimos o vamos a cruzar una calle. Los sentidos están volcados hacia el exterior analizando acontecimientos externos y es entonces cuando pueden aparecer emociones como enfado, estrés o temor.
  • Ondas alfa o la relajación: Tienen una frecuencia mucho menor que la anterior, de 8 a 12 vibraciones por segundo, y se activan con actividades o con pensamientos que nos hacen sentirnos relajados y despreocupados. Podemos conseguirlas a través de un masaje, un baño caliente en el que hemos “desconectado” de nuestros problemas, con recuerdos muy agradables u optimistas o bien antes de dormir, siempre y cuando no estamos dándole demasiadas vueltas a la cabeza.
  • Ondas Gamma o la lucidez mental: Cuando estamos ocurrentes y muy creativos estamos vibrando en una frecuencia de 40 a 100 hz. Son los momentos de extrema atención y concentración, incitan a la intuición, la creatividad, el sentido del humor original y son la piedra filosofal de nuestro cerebro para tener buenas ideas. Desgraciadamente, son poco habituales en nuestro día a día, en especial, cuando estamos en estados máximo de alerta o en ondas beta. Además, sólo somos capaces de acceder a las gamma si previamente hemos tenido momentos de tranquilidad.
  • Ondas theta o los estados de vigilia: Se activan cuando dormimos o cuando tenemos práctica de meditación profunda. Su frecuencia es aún menor, de 4 a 7 hz. Producen un alineamiento entre los hemisferios y son la base para la creatividad, la imaginación o el aprendizaje. La práctica de la meditación o de la relajación profunda ayuda a activarlas, de ahí que sean tan beneficiosas a pesar que nos cueste tanto producirlas.
  • Ondas delta o el estado hipnótico: La frecuencia es la menor de todas, de 1 a 3 hz, y surgen en el sueño profundo o en estados de trance. Ayudan a reafirmar el sistema inmunológico, por eso es tan importante para nuestro cerebro dormir bien y descansar, como veremos más adelante.
Pues bien, si las ondas descritas las asimilamos a los ingredientes de nuestro cerebro, Rock y Siegel proponen una dieta que nos ayuda a tener un cerebro mucho más pleno. La han denominado “la bandeja de la mente saludable” y consta de siete actividades que hemos de realizar con frecuencia. Marta Romo la ha rebautizado como la agenda arco iris, que ha de convivir con nuestra agenda diaria para ser más creativos y desarrollar nuestro talento.
Veamos qué tendría que incluir nuestra dieta:
  1. Dormir, lo que refresca la mente, el cuerpo y consolida la memoria. Potencia las ondas delta y asienta piezas de información que hemos ido aprendiendo durante el día. No es de extrañar que cuando nos levantamos nos vengan respuestas a problemas que antes de acostarnos no teníamos solución. Simplemente, el sueño ha hecho su trabajo. ¿Y cuánto hemos de dormir? Aunque habitualmente se piense que lo normal son ocho horas diarias, Rock y Siegel aseguran que depende de cada persona. Así pues, cada uno ha de saber cuánto tiempo es el adecuado para que su cuerpo y mente estén a pleno rendimiento. Por cierto, Albert Einstein dormía normalmente 10 horas diarias excepto en el caso de que estuviera trabajando en ideas que consideraba importantes, en ese caso dormía 11. 
  2. Jugar, para experimentar con la vida: hace unos días hablamos de la importancia del juego, importancia que reafirma la neurociencia. Gracias al juego, somos más flexibles en nuestras emociones y podemos ser más creativos. Potencia la atención en la medida en que cuando jugamos generamos ondas gamma, las más codiciadas. Esta es la explicación científica de por qué somos más permeables al aprendizaje cuando disfrutamos con lo que hacemos. Nuestras frecuencia de ondas contribuyen a ello.
  3. No hacer: es posible que sea una de las más nos cuesta. No significa placer, sino tiempo para no focalizarse en nada en concreto, como cuando estamos en un avión y nuestra mente fluye sin objetivo específico u oímos música sin reparar ni en la letra. Son momentos en los que se generan las ondas theta y delta que nos ayudan a que luego seamos más eficaces en alcanzar un objetivo. Por ello, a veces, antes de ponernos con una tarea compleja, es recomendable “perder” el tiempo haciendo otras cosas sin importancia. Es un preámbulo necesario para encontrar una solución.
  4. Desarrollar la introspección o vivir en el momento presente: son momentos en los que potenciamos las ondas alfa, gamma y theta y a los que accedemos a través de actividades como son dar un paseo en plena naturaleza, escuchar una música tranquila o realizar algún tipo de meditación o relajación sin juicio. Ayuda a rebajar el estrés y reduce la presión arterial y la tensión muscular. De algún modo, es un actividad antesala para ser mucho más eficaces en nuestro trabajo.
  5. Conectar con los otros: es el tiempo dedicado a construir relaciones saludables, en las que disfrutemos de la compañía, de una buena conversación o de mantener un satisfactorio contacto físico. En alguna ocasión hemos hablado de la necesidad de la amistad como elemento que nos aumenta la esperanza de vida. Gracias a la conexión con otras personas somos capaces, además, de mejorar nuestro sistema endocrino, cardiovascular e inmunitario. Y dependiendo del tipo de contacto generamos unas ondas u otras.
  6. Hacer ejercicio físico: Todos sabemos que necesitamos hacer deporte para sentirnos sanos, pero lo que ha demostrado la neurociencia es que el ejercicio físico nos ayuda también a que nuestro cerebro sea más plástico para el aprendizaje y la creatividad. Potencia además las actividades neuronales que le protegen del envejecimiento o de cualquier otro daño que podamos hacerle. La variedad en el ejercicio es amplia: desde el deporte hasta caminar, bailar, senderismo… en definitiva, movimiento que potencia las ondas gamma y beta.
  7. Focalizarse en objetivos: es el tiempo que dedicamos a realizar tareas para ser eficientes. La tecnología nos ha ayudado a que encontremos cualquier momento a lo largo de un día para resolver problemas, emails, llamadas… sin embargo, para focalizarnos en las tareas de un modo más eficiente es recomendable que nos centremos en alguna, que no caigamos en la multitarea, que nos roba tiempo y energía. Como es de suponer, este tipo de actividad refuerza las onda beta.
Pues bien, de acuerdo con la neurociencia si queremos ser más eficaces y creativos debemos incluir una serie de actividades que musculen nuestro cerebro, como las del descanso, la reflexión o el contacto con amigos. En la medida que olvidemos a alguna de las anteriores, nuestro querido cerebro se sentirá cojo de alguno de los ingredientes que le permiten estar a pleno rendimiento.
Recetas
  1. Toma tu agenda de las últimas semanas e identifica de la relación de actividades anteriores en cuáles te has centrado más y cuáles has dejado un poco de lado.
  2. Reflexiona si tienes posibilidad, medios o personas para poder realizar todas y cada una de las siete actividades de la agenda arcoíris, como dice Marta Romo.
  3. Define un plan de acción en aquellas que sientes que están un poco más aparcadas.
Fórmula
El cerebro funciona con la energía. En la medida que lo alimentemos con las siete actividades fundamentales podremos estar a pleno rendimiento.

Hay 3 Comentarios

Este artículo es igualito a este otro de Marta Romo:
http://martaromo.wordpress.com/2013/04/17/reflexiones-sobre-neuroliderazgo-la-agenda-arco-iris/
Cuando lo he leído me sonaba y al googlear... voila! Es prácticamente igual. Esto no se hace.
No deberían permitir el plagio en un blog de El País.